Manejo de la temperatura durante la corrida del micelio o incubación del hongo Ostra (Pleurotus spp.
Se dice que si logramos colonizar adecuadamente el sustrato por parte del hongo de cultivo, nuestro éxito está casi asegurado. Para lograr esto, el crecimiento micelial durante la fase de incubación del hongo Pleurotus deberá ser constante y vigoroso. Esto va a depender fundamentalmente de emplear una cepa de buenas características, así como de un sustrato de preferencia para el hongo y correctamente descontaminado. Ahora, estos dos factores no serán suficientes si el manejo de la temperatura en la sala de incubación es inadecuado.
El micelio del hongo ostra tiene una tendencia de crecimiento firme, con un color blanco intenso (Fig. 1) y de alta velocidad de crecimiento, en el rango de una temperatura ambiental de 20 a 30º C. Cuando esto sucede, el hongo ostra presenta una fuerte resistencia al ataque por parte de hongos competidores, pudiendo su micelio penetrar la matriz del sustrato y desarrollarse a alta velocidad. Esto permitirá obtener una fructificación rápida y reducir los tiempos del cultivo. Durante el período de fructificación, los cuerpos fructíferos serán robustos y tendrán una alta tasa de transformación.
Figura 1. Micelio de Pleurotus
Ahora, cuando la temperatura del material dentro de las bolsas de cultivo supera los 35º C, el hongo dejará de crecer y si esto perdura acabará muriendo. Por lo tanto, durante el período de incubación o corrida del micelio del hongo ostra, el cultivador deberá evitar estrictamente una temperatura demasiado alta del material, para lo cual será de suma ayuda el empleo de un termómetro tipo lanza (Fig. 2) para medir la temperatura interna del sustrato. Ni bien la temperatura supere los 30º C, se deben iniciar medidas para evitar que la misma continúe subiendo.
Figura 2. Termómetro tipo lanza
Teniendo en cuenta que muchas veces no se justifica el uso de un equipo de refrigeración en esta sala, algunas de las medidas que pueden contribuir al descenso de la temperatura apuntan a disipar el calor metabólico generado por las bolsas de cultivo. Para esto es fundamental tener en cuenta que dentro de las bolsas la termogénesis es mayor a los 3 o 4 días de su inoculación. Por lo tanto, se debe evitar que las mismas queden demasiado apiladas, o a demasiada altura, ya que el calor tiende a concentrarse arriba. Para eliminar este calor es aconsejable la colocación de un extractor de aire y la entrada de aire fresco que circule alrededor de las bolsas y elimine el exceso de calor.
Vale la pena señalar que tampoco es correcto el concepto de "más bajo es mejor" ya que el inicio de la corrida micelial no será adecuado si la temperatura es demasiado baja. Si la temperatura del sustrato es siempre inferior a 15º C, la velocidad de crecimiento del hongo ostra será lento o nulo y causará una alta tasa de hongos competidores diversos como: Trichoderma, Penicillium o Rhizopus, los cuales reducirán los nutrientes disponibles para nuestro hongo y secretarán muchas toxinas que inhibirán el crecimiento del mismo, causando finalmente bolsas contaminadas y generando pérdidas. Esto último, deberá ser considerado entonces durante los meses fríos del año, donde ahí sí además de colocar algún artefacto que contribuya a generar la temperatura deseada, podremos colocar las bolsas un poco más cerca (5 cm) una de otras y a mayor altura del suelo.